
No queda nada para verte sonreír, pero me cuesta creer que algún día te pueda mirar; que puedas escuchar mi voz, esa que tantas veces te ha hablado. Hasta ahora, todas y cada una de las noches imagino cómo serás, a quién de los dos te parecerás. Sueño con tu risa. No la he oído nunca, pero sé cómo va a sonar. Aunque todavía no has venido al mundo, para mí ya eres el apoyo más grande y la persona más importante.
Me encanta tenerte conmigo. Que los dos seamos uno. Me encanta descansar para tranquilizarte, caminar para acunarte y dormirte, alimentarte para que sigas creciendo. Desde que nazcas, la vida será aún más bella.
Sobra decirte que desde que supe que tú eras yo, tenía clarísimo que te seguiré cantando, que lloraré contigo cuando sufras, que pelearé hasta morir porque estés bien. Sé que cuando te tenga en mis brazos lloraré, pero también sé que siempre serás el amanecer de mi vida; ese amanecer que te dedico todas las mañanas desde que estás en mi tripita y que, espero, algún día disfrutemos juntos.
P.D: Aunque yo todavía no he tenido el placer de saber lo que se siente cuando te quedas embarazada, se lo dedico a todas aquellas personas que sí lo han sentido y, en especial, a dos amigas mías que en este momento están esperando un bebé!!!
Para ElCuentaCuentos