martes, 2 de junio de 2009

Escrito en la mano (1ª parte)

Una sombra esbelta y definida destaca entre las demás en la Puerta del Sol. Siguiendo el curso de sus largas piernas, llegamos hasta su dueña. Una joven estudiante risueña, llena de vitalidad. A simple vista, parece una de esas personas pegadas a un móvil y un bolso de marca.

Carpeta en mano, recorre las calles más típicas del centro de Madrid. Sus pasos se entremezclan con la multitud de compradores que asaltan las tiendas. Todo pasa desapercibido entre el tumulto. Todo excepto su perfume, que va dejando huella en cada recoveco por el que se escurre y en cada olfato que se cruza en su camino. Muchas de las personas que tropiezan con ella giran instintivamente la cabeza exhaustos por la frescura que desprende.

Va de camino al metro, destino Ciudad Universitaria. Le espera una larga tarde del mes de mayo encerrada en ese edificio que en su día fue diseñado para que fuera una cárcel de mujeres. Al entrar por la puerta de clase, sus cuatro compañeras le tenían un sitio reservado. Nada más sentarse, planean lo que van a hacer al finalizar ‘Análisis de Textos’. Un plan bastante común en los estudiantes madrileños. Un botellón en el parque de Almansa para olvidar que los exámenes están a la vuelta de la esquina.

La tarde pasa más rápido de lo esperado gracias a que el profesor de ‘Derecho del Periodismo’ ha anulado la clase de hoy. La algarabía se oye desde la planta baja de la Facultad. Las escaleras comienzan a llenarse de gente. Estudiantes ansiosos por salir de esas cuatro paredes, hablando de las posibles fiestas a las que acudirán esa misma noche.

Elena, acelera el paso de camino al autobús. Un autobús que pasa cada media hora y que no quiere perder para llegar a tiempo a la cena. Destino: la residencia de estudiantes en la que vive desde hace un año; desde que se independizó y tomó la decisión de irse a más de 500 kilómetros de su casa para poder labrarse un futuro profesional.

Coge el autobús sin problemas. Desde la ventanilla se despide de sus cuatro amigas que van camino al metro, cada una a su destino, con la intención de volver a juntarse dos horas después.

Elena va con el tiempo justo. La residencia está a las afueras de la ciudad y en ese breve espacio de tiempo tiene que cenar, ponerse al día de lo que ocurre en la residencia con sus vecinas de habitación y decidir, entre todas, el modelito de esta noche. Una noche que, en principio se muestra interesante. Una noche, que ninguna de ellas, y mucho menos Elena, sabe cuándo ni cómo va a acabar.

8 curiosos ¿Te atreves a opinar?:

Virginia Vadillo dijo...

Si no fuera porque no vivía en una residencia en las afueras, podría haber sido yo! XDDD
Ay, esa cárcel... qué años aquellos, jajaja!
Bienvenida al universo blogeril! ;)

Emma Grandes dijo...

Jejejeje. No sé por qué me veo un pelín reflejada en la protagonista de la historia...
Fue una cárcel para muchos, pero nos ha dado grandes momentos.
Muchas gracias, Virgi!!!!!

amarcos dijo...

hay algo de autobiográfico en esta historia ¿o no?.. pues esperaremos a ver qué le depara la vida a Elena.. ¿perderá algo? ¿o quizás lo encontrará?

Ánimo con tu nuevo blog Emma, y ya sabes... "no olvides escribir" nunca...

Besos

Emma Grandes dijo...

Alfonso, con el transcurso de la historia irás viendo si tiene algo que ver conmigo o no... y todo lo que le deparará a Elena!

Gracias por los ánimos y sigue tu consejo, que veo que lo habías olvidado: 'no olvides escribir'

Besos!

Rebeca Gonzalo dijo...

He retrocedido a mis años de universidad y me reitero en lo que llevo pensando desde entonces: no envidio en nada a los estudiantes. El estres de los exámenes entonces lo llevaba más o menos bien, pero hoy en día me sobrepasa. Un abrazo. Por cierto, ¡Bienvenida al Cuentacuentos!

Emma Grandes dijo...

Gracias *Sechat* por dejarme entrar en ese maravilloso mundo dentro de una página web!!! Me siento muy afortunada. La verdad es que me ha costado mucho dar el paso, pero no me arrepiento nada en absoluto! Es todo un placer!
Un abrazo!

Pugliesino dijo...

La naturalidad que envuelve al texto, lo cotidiano de una escena que transcurre a lo largo de un día de mayo, y como con esos elementos logras crear una historia y espectación ante lo que, ahí está la intriga :), pueda o no pueda pasar!
Muy buen estreno Emma y bienvenida a Cuentacuentos!!

Emma Grandes dijo...

Hola Carlos! Muchas gracias por tus palabras, para mía es un halago. Gracias a vosotros por dejarme entrar en este mundo tan espectacular envuelto de historias!

 
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